`Excesiva burocracia ´ para las inversiones

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El director académico del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), Ignacio Munyo, reiteró el martes 22 la necesidad de apurar el tranco en materia de reformas estructurales durante el “segundo tiempo” del actual período de gobierno. En su opinión, Uruguay enfrenta “desafíos” —como los anunciados cambios en la tributación global— y también tiene “oportunidades”, por ejemplo, para aumentar sus niveles de inversión, que hoy son comparativamente bajos.

En ese sentido, en la charla ante empresarios vinculados al Ceres, el economista comentó un análisis sobre los “cuellos de botella al invertir” elaborado a partir de indicadores y entrevistas a profesionales que asesoran a potenciales inversores. “La excesiva burocracia complica la llegada de inversiones que impulsen el empleo y el ingreso en el país”, afirmó.

Tomando como fuente el Global Competitiveness Report de 2019 del Foro Económico Mundial, el Ceres comparó el “índice de complejidad de la regulación gubernamental” de Uruguay (68 en 100 como nivel máximo de burocracia) con el promedio de 61 para un grupo de países de similar ingreso, como Chile, Panamá, Turquía, Costa Rica, Rusia, Argentina, China y Malasia. Esa valoración surge de opiniones de ejecutivos de empresas.

Eso fue complementado con un trabajo de detección de las “reparticiones tranca inversiones” dentro del organigrama estatal uruguayo en función de lo señalado por informantes calificados. En esa categoría mencionaron a la Dirección General Impositiva, al Banco Central, a la Dirección de Migraciones, a la Junta de Pertinencia del Ministerio de Salud Pública y al BPS, entre otros. También señalaron problemas con intendencias y personas públicas no estatales como el Laboratorio Tecnológico, y los institutos de Investigaciones Agropecuarias y de Regulación del Cannabis.

“Demoras excesivas”, “disparidad de criterios”, “baja digitalización”, dificultades en trámites web, demasiados pedidos de inspecciones para conseguir ciertos certificados son algunos de los problemas frecuentes que, dijeron los entrevistados por el Ceres, enfrentan los inversores. “No hay duda de que las demoras excesivas, en comparación con otros países, y las dificultades en el proceso desmotivan o frustran a interesados en invertir en Uruguay”, resumió Munyo.