11 May Oportunidad Exponencial
Ignacio Munyo
El País, 11 de mayo de 2021
En cinco meses arranca la Expo Dubái. Más de 190 países estarán presentes con sus pabellones nacionales. Uruguay acaba de reconfirmar su participación. Hay una gran oportunidad para aprovechar, y es a contrarreloj.
Entre octubre de 2021 y abril de 2022 se llevará a cabo la próxima Exposición Universal. A lo largo de los años, las Exposiciones Universales fueron testigo de grandes innovaciones tecnológicas y arquitectónicas. Alexander Graham Bell presentó el primer teléfono en la Expo Filadelfia 1876 y la primera emisión de televisión en directo se realizó en la Expo Nueva York 1939. La Torre Eiffel se construyó para la Expo Paris 1889 y el Atomium para la Expo Bruselas 1958. Este año en Dubái se exhibirán múltiples tecnologías de vanguardia y se inaugurará la cúpula sin apoyo más grande del mundo.
La presencia en Dubái permite posicionar al más alto nivel la Marca Uruguay, asociada a la producción de alimentos de alta calidad. Con la pandemia quedó claro que el encuentro personal es insustituible. In situ, se multiplican las oportunidades comerciales presentes y futuras, y se hace posible transmitir el espíritu institucional y cultural del país, tan relevante en el mundo actual.
Emiratos Árabes es un gran mercado para Uruguay: un país casi sin capacidad de producción de alimentos en el que viven 10 millones de habitantes, con un ingreso per cápita casi 5 veces superior al nuestro. El volumen que exportamos está lejísimos del potencial.
No es necesario esperar la “flexibilización del Mercosur” para avanzar. Nuestros socios Brasil y Argentina exportan proporcionalmente mucho más que Uruguay, no sólo a Emiratos, sino a toda la Península Arábiga. Todos los países del Consejo de Cooperación del Golfo (Baréin, Kuwait, Omán, Catar, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita) tienen un arancel de ingreso menor al 5%. Uruguay cuenta con presencia diplomática en Catar, Emiratos y Arabia Saudita.
Arabia Saudita es otro gran mercado para Uruguay: un país sin tierra cultivable en el que viven 36 millones de habitantes, con un ingreso per cápita casi 4 veces superior al nuestro. Hace dos años que Arabia Saudita tiene embajada en Uruguay, algo que no es para nada menor. Con mucho esfuerzo, la carne uruguaya se vende hoy en una tienda especializada en productos de alta calidad con muy buena receptividad. La carne exportada (in natura envasada al vacío) representa una magnitud mínima en un mercado que tiende a crecer exponencialmente con el desarrollo del país.
En 2016, Arabia Saudita lanzó el ambicioso plan de desarrollo “Visión 2030” para impulsar la economía no petrolera de la mano de la inversión privada. El plan incluye megaproyectos de infraestructura, como la construcción de una ciudad futurista (Neom) y un balneario de alta gama en las playas desérticas del Mar Rojo.
El potencial para vender alimentos uruguayos es grande. La certificación halal ya no es una barrera de ingreso porque Uruguay cuenta con agentes acreditados para otorgarla. En la actualidad existe la limitante de los elevados costos de transporte, dadas las escasas opciones disponibles. El almacenamiento en la zona franca de Jeddah para abastecer desde ahí a toda la región, es un camino para explorar y recorrer.
“Un desierto de oportunidades” fue la imagen que me vino a la cabeza aquel día que pasamos por el predio en las dunas donde se proyectaba la Expo, junto con el embajador de Uruguay en Emiratos. Y desde ahí salió el título de una columna que escribí para estas páginas en abril de 2018.
En ese desierto hay hoy 500 hectáreas construidas esperando por la apertura de la Expo Dubái. Hay ahí una gran oportunidad para Uruguay y estoy seguro de que tenemos la capacidad de aprovecharla.